El ingeniero electromecánico Andrés Gazzera, graduado de la UTN Facultad Regional San Francisco, destacó la importancia que tiene para nuestra ciudad y la región “el hecho de contar con una casa de altos estudios como la UTN”, y afirmó que “los egresados nos incorporamos rápidamente al mercado laboral y podemos brindar nuestros conocimientos para poder fabricar productos o servicios con un alto valor agregado permitiendo a la región y al país tener un desarrollo tecnológico sustentable y rentable”.
“Es muy satisfactorio el saber que hay colegas desarrollando tareas en varias regiones del mundo y en diferentes tamaños y tipos de industrias tales como: energía nuclear, industrias metalúrgicas, alimenticias, petróleo, aeroespacial, energías renovables, etc.”, resaltó el profesional.
Por otra parte, Gazzera lamentó que “en nuestro país las estadísticas no son buenas en cuanto a la cantidad de ingresantes y egresados en las carreras de ingeniería, yo aprovecho este espacio para alentar a los jóvenes que se interesan estas especialidades, no le tengan miedo, si yo pude, todos pueden, sólo tienen que dedicarle tiempo y esfuerzo, el camino no es sencillo pero es sumamente gratificante ya que el ambiente universitario y profesional o laboral es muy sano. La experiencia de cursar una carrera universitaria también nos da la posibilidad de crecer como personas ya que en ella se pueden desarrollar actividades deportivas y culturales”.
Gazzera nació en Arroyito, cursó el ciclo básico del nivel medio en un colegio técnico con la orientación en electromecánica y luego terminó sus estudios en el Ipet 50 de San Francisco. “Me atrajo la carrera de técnico electromecánico ya que mi padre siempre estuvo ligado a la electricidad, y a la vez la calidad de la enseñanza del Ipet 50. Entonces en el año 1994 acompañado por mis padres llegué a la ciudad y me alojé en la pensión de Tina Aimasso”, recordó, al tiempo que agregó: “En el último año de la secundaria empecé a analizar la idea de seguir una carrera de ingeniería, como ya estaba instalado en la ciudad y había una Facultad Regional de la UTN hice el cursillo de ingreso y en el año 1997 comencé el cursado de Ingeniería Electromecánica”.
Al detallar esa etapa de su formación profesional, Gazzera recuerda que “durante mi estadía en la Facultad colaboré como ayudante ad honoren en algunas cátedras con lo cual empecé a interesarme en desarrollar una actividad como docente”.
“Cuando cursaba el segundo año de la carrera –agregó- empecé a notar la necesidad de relacionarme en forma más directa con las tareas a las que se expone normalmente un ingeniero electromecánico así que empecé a buscar trabajo a través del programa de pasantías de la Facultad, al tiempo de la búsqueda logré comenzar a trabajar en la empresa local Fenoglio y Capello SRL, fabricante de equipos para lubricación, durante los próximos cuatro años trabajé de 7 a 12, luego por la tarde estudiaba y por lo noche cursaba, y aquí se puede evidenciar la importancia que tiene el hecho de poder asistir a clases en horarios posterior a las 18 ya que le permite al alumno realizar tareas en empresas privadas o desarrollos personales durante parte del día”.
“En el año 2001 se abrió un programa de intercambio con universidades españolas así que me anoté en él y gracias al esfuerzo y dedicación que venía realizando y todo el apoyo de los directivos de la Universidad, en especial la Secretaría de Asuntos Estudiantiles, a mi familia y a la empresa Fenoglio y Capello SRL que me permitió ausentarme durante ese tiempo y ‘guardarme’ el puesto de trabajo, pude realizar una experiencia internacional en un Grupo de Investigación de Energía Térmica Aplicada de la Universitat Rovira i Virgili de la ciudad de Tarragoga, España”.
Luego prosiguió: “Al regresar de esta experiencia logré mi título de grado y me incorporé a tiempo completo en la empresa mencionada anteriormente y en la cual actualmente me desempeño como responsable de ingeniería, las tareas que habitualmente desempeño están relacionadas con la selección, instalación, operación y mantenimiento de máquinas y equipos electromecánicos. Esto implica tener que enfrentarse a situaciones relacionadas con disciplinas como la hidráulica, neumática, mecánica, electricidad y automatismos, diseño de equipos y dispositivos, mecanizado, atención a clientes y análisis económicos de inversiones”.
“También trabajo en la cátedra de Máquinas Térmicas que se dicta en el 4º año de ingeniería electromecánica, allí los docentes Pedro Bossi y Eduardo Marteleur me abrieron un espacio en el año 2002, en el cual actualmente puedo desarrollar las actividades relacionadas con la docencia”.
Luego de rememorar su desarrollo profesional, el ingeniero Gazzera, de 37 años, casado y con tres hijos, analizó el camino recorrido y destacó la importancia del vínculo entre las empresas y la sociedad con la universidad, “y en particular con la UTN, no nos olvidemos que en los comienzos se llamaba Universidad Obrera Nacional. Los alumnos deben procurar, en especial en los últimos años de cursado, relacionarse con las tareas que les tocará desarrollar como ingenieros, esto les permitirá aprender lo que te enseña la ‘fábrica’, para poder crecer profesionalmente el único camino es foguearse de diferentes situaciones, algunas de ellas serán técnicas y otras se resolverán satisfactoriamente dependiendo de cuan empáticos seamos o qué capacidad tengamos para relacionarnos con otros profesionales o personas de mucha experiencia de los cuales podemos aprender, aquí debe prevalecer la humildad y la predisposición a escuchar los consejos. El mío siempre es que como ingenieros debemos hacer lo posible para ‘vivir’ de la ingeniería”.