El ingeniero electrónico Mauricio Borsi, egresado de la UTN San Francisco, afirmó que el paso por la Facultad y la obtención del título profesional “te da las llaves para ingresar a una empresa”, aunque destacó además que “después uno va encontrando su camino, la realización profesional, pero la base de la Facultad es fundamental”.
“Si uno no planifica lo que quiere hacer de su vida es difícil que pueda encontrar su camino, cuando vos planificás lo que querés hacer de tu vida, siempre vas a estar haciendo lo que tenés ganas de hacer”, expresó este joven profesional de 35 años, y más adelante afirmó que la elección de una carrera de Ingeniería es además, la elección de un “estilo de vida”.
Al relatar su experiencia académica en San Francisco, Borsi explicó que comenzó a cursar en la UTN de nuestra ciudad en 1999: “Terminé la segundaria en 1998 en el Ipet 50 como Técnico Electrónico, hice el cursillo de ingreso durante el transcurso del último año del nivel medio, los días sábados. Yo nací en San Francisco, siempre viví aquí, mi papá tiene una carpintería metálica junto a mis hermanos y mi mamá es ama de casa”.
“El inicio de la Facultad se dio por la necesidad de continuar estudiando electrónica. Recuerdo una visita de personas de la Facultad a mi escuela secundaria, donde contaban lo que se estaba haciendo y ofreciendo en la Universidad, y eso fue un desencadenante para decidirme a ingresar a la Universidad. Tomar esa decisión es el paso más importante que uno puede dar en éste y en cualquier otro ámbito, porque es cambiar lo que uno viene haciendo por otra cosa diferente que normalmente además es desconocido. La decisión de ingresar la tomé con el apoyo de mis padres, y creo que ellos son los responsables de que yo haya tenido éxito en aquella decisión”, remarcó Borsi.
Otro hecho que marcó la formación de este ingeniero electrónico es el haber asumido prácticamente al mismo tiempo el compromiso con su carrera y con el mundo laboral: “Durante la carrera trabajé medio día prácticamente durante todo el tiempo de cursado, lo que me sirvió para darle más valor a lo que estaba haciendo por el poco tiempo que disponía”, dijo, y agregó que “trabajaba cuatro horas por día, en una empresa en la que instalábamos equipos de alarmas en vehículos, Nanzer Car Audio, donde me ayudaron mucho permitiéndome trabajar esas horas y no todo el día. Además allí pude ir aplicando de a poco lo que iba aprendiendo en la Facultad”.
Borsi avanza en el relato de su experiencia profesional y destaca que “el giro importante que se da en mi carrera es cuando empiezo a hacer mi primer pasantía, allá por 2004, en la empresa WEG, donde hoy estoy trabajando. Esa pasantía comenzó cuando estaba en cuarto año, es una actividad que yo recomiendo a todo estudiante de Ingeniería, porque es la mejor forma de poder entrar a una empresa, conocer su funcionamiento y permitirse el error, el equivocarse, que es algo importante para poder aprender y no es lo mismo equivocarse cuando uno es estudiante que cuando uno es ingeniero. Es una forma complementaria que forma o templa al ingeniero. Cuando uno está graduado nota que gracias a la inserción en la industria o en cualquier ámbito profesional mediante una pasantía, uno tiene muchas herramientas para llevar adelante su trabajo, es más complejo ingresar a una empresa desde el punto de vista de un ingeniero, porque son diferentes decisiones y responsabilidades. En mi caso, terminé la pasantía y pasé a la planta permanente, y siempre tuve el apoyo de la empresa para terminar mi carrera”.
Luego expresó que “una vez que estuve dentro de la empresa pude crecer como profesional, la empresa me dio las herramientas para hacerlo. Una vez recibido pude tomar otras decisiones como formar una familia”. Y añadió: “Yo entré en la carrera de Ingeniería pensando en trabajar en cuestiones técnicas exclusivamente, y cuando entré a WEG ingresé al área de asistencia técnica y pude encontrar en mi personalidad una veta desde el punto de vista comercial, entonces es muy importante el potencial que tiene un ingeniero cuando sale del ámbito técnico y se vuelca a otros ámbitos, como mi caso, el comercial”.
Al recordar su paso por la Facultad San Francisco, Borsi comentó que si bien “el tiempo nunca era suficiente, pero yo creo que esto es así siempre, uno tiene que hacerse el tiempo. Por ejemplo yo participaba también en las actividades de deportes, en fútbol, había un proyecto muy importante desde el punto de viste deportivo, que lideraba el actual decano que en aquel momento lideraba la Secretaría de Asuntos Estudiantiles”.
“Además la Facultad me ha generado muchos vínculos afectivos, con gente que hoy sigo relacionada, y eso es algo que valoro mucho y agradezco el momento en que he tomado la decisión de ingresar a la Universidad, son cosas muy positivas para mi persona. Hoy cuando uno ya está egresado y esas personas conocidas son colegas, puedo ver que todos han triunfado en su actividad profesional, y muchos de ellos están en puestos de trabajo con los que mantenemos contactos comerciales o profesionales. Veo que todos vamos creciendo con la base que nos dio la Facultad”, indicó el ingeniero Borsi.
“Recuerdo que en el año 2001, reunido con mis compañeros de Facultad, veíamos que el país estaba en una situación complicada, y pensábamos que la única manera de llevarlo adelante es trabajando, estudiando, poniendo todo lo mejor de cada uno, porque el país tiene recursos y condiciones para avanzar. En ese momento fue cuando nos afianzamos en nuestro compromiso con el estudio y con la inserción en nuestro trabajo”, dijo, y destacó finalmente que “el doble compromiso, con el estudio y con el trabajo, va formando el carácter de la persona, a uno le forma una cultura del trabajo que nuestros padres nos han inculcado, y es una forma muy buena de llevar adelante en la vida, desde el punto de vista laboral”.